2 de diciembre de 2012

MENSAJE DEL OSO

Se acerca el invierno.

Los colores ocres del otoño se van apagando y los árboles parecen morir, sin apenas hojas ya, inmóviles. La vida se apaga en la superficie y se vuelve hacia el interior para recapitular.

Profundamente conectado con los ciclos de la Tierra el oso desaparecerá durante los meses invernales para aparecer de nuevo renovado en primavera, fuerte y poderoso.
Soñador del Gran Espíritu. Las raíces de su fuerza se hunden en la profundidad de la oscura cueva en la que duerme; en la oscuridad de su mundo interno donde él sabe zambullirse y explorarse para sacrificar aquellas partes de sí mismo que han de morir con el ciclo que termina. El conoce bien el proceso y vive cada final como la antesala de un principio, cada muerte como un paso previo a renacer.
El oso nos manda su mensaje de camino hacia su cueva; útero de la Tierra de la que emergerá renacido en primavera:
"Al gran misterio de la vida solo podrás acceder a través de la muerte. Deja ir como un ritual que te prepara para reencontrarte. Despídete y suelta con el corazón lleno de gratitud a lo que se va y confianza plena en lo que llegará... Concédete un tiempo de vacío, un tiempo de profunda nada en tu interior, la misma nada donde todo se crea, aquella que contiene todas las posibilidades. Duerme y permítete la vacuidad, donde vuelves a ser Uno."
Todo se va ralentizando y simplificando cuando dejas ir aquello que ya no eres.
Tras todas esas muertes llegará un momento de quietud total donde las partes de ti resultantes del viejo ciclo se integrarán, se unirán como una sola recogiendo el testigo de aquello que fué.
Como el oso en primavera estarás entonces preparado para volver a emerger desde tu oscuridad con profundas raíces e intensa presencia y florecer a la luz del Sol.

Para ayudarte en este proceso el oso te propone que hasta la llegada del solsticio de invierno encuentres unos momentos para encontrar un lugar donde permanecer solo y a oscuras, tumbado boca arriba e imaginarte dentro de una cueva, tendido en la tierra, respirando. Simplemente respira, siente el aire entrando en tu cuerpo, vitalizando tus pulmones y cada célula de tu cuerpo y saliendo después, llevándose todo aquello que ya no necesitas. Permítete vaciarte de todo aquello que ya no eres y poco a poco vé centrando tu atención en los momentos de vacío entre la exhalación y la inhalación. No intentes entender ni busques nada, se trata del vacío, simplemente siente como el oso cuando sueña al Gran Espíritu.
El oso se despide antes de adentrarse en su cueva con un último deseo para ti.
"Amor y Fé en tu proceso. Amor y Fé en la vida."

Cuando el oso desaparece en las profundidades de la Tierra sobre esta comienza el reinado de la Luna. Será entonces la Luna Nueva de Invierno quien nos hable.